Solía ir a visitarla por las tardes porque me encantaban sus historias, a parte de ser entretenidas y aprender, pasaba un rato agradable con ella.
Recuerdo tocar a la puerta con un suave golpeteo y ella me decía: "pasa, pasa". Yo creo que me conocía por mi forma de tocar...
La encontraba en una mecedora al calor del fuego de la chimenea y una vela encendida a un retrato de la virgen; era una de sus devociones. Cada vez que iba, cogía mi sillón preferido y me sentaba a escuchar el episodio de cada tarde, tan llenos de aventuras y de emociones; como en el cuento de las mil y una noches. ¡Ay, que recuerdos aquellos tan maravillosos!
Solía contarme como era ella en su infancia; sobre los trabajos del campo y lo que más me gustaba; me contaba como había sido el pueblo antes de nacer yo y como era cuando yo estaba allí. Parecía como un cuento y es que en verdad lo era...
Recuerdo tocar a la puerta con un suave golpeteo y ella me decía: "pasa, pasa". Yo creo que me conocía por mi forma de tocar...
La encontraba en una mecedora al calor del fuego de la chimenea y una vela encendida a un retrato de la virgen; era una de sus devociones. Cada vez que iba, cogía mi sillón preferido y me sentaba a escuchar el episodio de cada tarde, tan llenos de aventuras y de emociones; como en el cuento de las mil y una noches. ¡Ay, que recuerdos aquellos tan maravillosos!
Solía contarme como era ella en su infancia; sobre los trabajos del campo y lo que más me gustaba; me contaba como había sido el pueblo antes de nacer yo y como era cuando yo estaba allí. Parecía como un cuento y es que en verdad lo era...
Ahora ya no voy tanto por allí, puede que sea, porque ya no vivo allí; pero de vez en cuando le llevo flores y le doy las gracias por haberme dedicado su tiempo.
“Me alegro de haber estado a su lado porque todo lo que viví con ella, lo llevo siempre conmigo.”
“Me alegro de haber estado a su lado porque todo lo que viví con ella, lo llevo siempre conmigo.”
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