Podrás atarme, encerrarme
O incluso, quitarme la vida
Pero ¡jamás seré tuya!
No eres mi dueño
Ni siquiera mi carcelero
No eres nadie en mis sueños
Jamás pensaré en tu cuerpo
Ni en tus sucias caricias o besos
Jamás olvidaré las marcas de tus dedos.
No entiendes de amor
De deseo puro, sentimiento interior
Solo hay odio y rabia en tu corazón
Me humillas, me faltas respeto
¿Crees que al hacerme tu esclava
te pertenezco?
Podrás golpearme, insultarme
O incluso dejarme sin aliento
Pero... ¡jamás seré tuya!
esclavitud.... nunca ... a la fuerza nunca se consigue sentimiento... bella su entrada para reflexionar...
ResponderEliminarsaludos
linda semana
abrazos
Nunca creí que hubiera alguien capaz de expresar con tanta pasión y fuerza ese anhelo de libertad de la mujer maltratada. Enhorabuena.
ResponderEliminarA mí particularmente, este poema me parece un canto a la libertad. Una libertad triste junto a un pensamiento sin dueño.
ResponderEliminarUn pensamiento que en su día nació libre y ahora es un puro desconsuelo. Producido por aquellos que en su día utilizaron el amor como un duro señuelo.
Tú así lo dices en tus versos.
Un abrazo.